Me despierto de mal humor porque Priscie me despierta echándome un cubo de agua por encima. Voy a desayunar y veo que Silvia aun no ha llegado. Espero que Priscie no la despierte igual que a mi.
Desayuno unas cuantas galletas y unos bollos y me voy a mi habitación a lavarme la cara para despejarme del todo. Después me subo al ascensor que nos llevará a Silvia y a mi al ultimo entrenamiento de nuestras vidas dentro del Capitolio. En realidad no es precisamente un entrenamiento, ya que tendremos que mostrar nuestras habilidades a los vigilantes. Ellos valorarán las posibilidades que tenemos de ganar los juegos y nos pondrán una nota del uno al diez. Esto nos servirá para conseguir los máximos patrocinadores que podamos, los cuales nos harán regalos durante los juegos en caso de que los necesitemos.
Normalmente los profesionales no suelen bajar del nueve, y los demás suelen sacar por debajo de nueve. Muy pocas veces algún profesional es superado por un tributo que no sea del distrito 1, del 2 o del 4.
Finalmente llegamos abajo y nos sentamos en unos asientos en los que pone un 7. Empiezan a entrar uno a uno desde el distrito 1 hasta el 6, hasta que le toca entrar a Silvia. La deseo suerte, y con una sonrisa dibujada en la cara entra bastante segura de si misma.
Está dentro unos veinte minutos, y cuando sale, se que me toca a mi y entro.
Me alegra ver que a parte de varias armas mas hay un hacha. Digo mi nombre y el numero de mi distrito para que sepan que he llegado, y decido enseñarles mis habilidades con el hacha. Empiezo dando hachazos a los maniquíes, luego me alejo y me dedico a lanzarles hachas dando a todos en la cabeza. Esto para lo único que tengo puntería. Después escalo la pared con dos hachas, y luego sin las hachas.Finalmente les enseño un poco como utilizo la espada, ya que he aprendido a utilizarla bastante bien. Me indican que puedo irme, y me voy satisfecho de lo que he hecho.
Voy a los sillones de la cristalera, donde he quedado con Silvia y le pregunto que tal le ha ido.
-Bien-me dice-he lanzado unos cuantos cuchillos, y he dado a todos los maniquíes lanzando dardos con la cerbatana-
-Muy bien-le digo.
Ella me pregunta que tal me ha ido a mi, y yo le cuento todo lo que he hecho. Me dice que yo sacaré mas nota pero para que se sienta al mismo nivel que yo, le digo que lo averiguaremos esta noche.
Cuando llega la hora nos vamos a nuestras habitaciones a cambiarnos para la cena. Me ducho, me pongo una camiseta blanca y unos pantalones cortos de cuadros y voy a la sala de la tele gigante a ver las puntuaciones. Allí ya están sentados todos, y nos preguntan que tal nos a ido. Les contamos lo bien que nos ha salido y nos felicitan.
-Quizá este año ganéis uno de los dos-dice Grabis.
Los profesionales sacan muy buenas puntuaciones, excepto los del distrito 4 que no suben del 6. Bob saca un 10, Dazzler un 9, Zak un 9, y Vivian un 10.
Hay una nota que me sorprende. John, el tributo del distrito 6, saca un 2. Yo pensaba que sería fuerte, como Bob, debido a su aspecto, pero esque según Jeff tiene una enfermedad, que consiste en engordar mucho sin apenas comer y te quita toda la fuerza.
Cuando llegan a Silvia, vemos que a sacado un 7, que no está nada mal para no ser profesional.
Después me toca a mi, y saco una nota que realmente creo que es la que me merezco, un 8.
Todos nos felicitan, y después vamos a cenar. Nos ponen una cena especial, para celebrar las puntuaciones que hemos sacado, aunque para Silvia y para mi toda la comida del Capitolio es especial, así que no se diferencia mucho.
Una vez hemos terminado, nos vamos a dormir y me permito pensar en Kate durante mas tiempo de lo normal. Me acuerdo de todos los momentos que hemos pasado juntos, de su extraña forma de cortar los árboles cuando todavía estaba aprendiendo, de sus hermanas....y después de mas de una hora pensando en ella, me duermo sin darme cuenta.
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