Me despierto sobresaltado en medio de la noche. Estoy empapado, y un rayo acaba de partir una rama del árbol al que estoy atado. En mi vida he visto tormentas muy grandes, pero nunca una tan violenta como esta. Se están partiendo los pocos árboles que hay abajo del precipicio.
Me desato corriendo del árbol y me deslizo hasta abajo lo mas rápido posible, ya que en una tormenta, donde más peligro hay de que te caiga un rayo es debajo de los árboles.
Tampoco se puede correr, debido a la electricidad estática que se adquiere, ni meterse en el agua, así que me limito a buscar un sitio sin árboles. No me cuesta mucho ya que casi todos están partidos. Me quedo de pie, alerta por si viene algún tributo.
Al rato me doy cuenta de que el agua de lluvia es potable, ya que he bebido unas cuantas gotas sin darme cuenta y no me ha pasado nada, así que saco la cantimplora y la lleno hasta arriba.
Después de beberme unas cuantas cantimploras, empiezo a andar en busca del final del precipicio.
Al rato noto un pinchazo en el hombro. Miro hacia arriba y veo al chico del 3 con una cerbatana dispuesto a lanzarme otro dardo, pero no veo como lo hace, porque me desmayo debido al primero que me a lanzado.
Abro los ojos y estoy en el mismo sitio donde me desmayé, con la diferencia de que ahora es de día. El chico debió de pensar que estaba muerto, pero de haberlo estado habría sonado un cañonazo. Puede que acabara de morir otro tributo cuando me desmayé, y creyera que el cañonazo era por mi.
Después haber andado un rato, por fin veo el final del río. Desemboca en un pequeño lago, donde hay una gacela que esta bebiendo agua. Debe de ser un muto, ya que no le hace daño beber agua del río, la cual es tóxica para todos nosotros.
Alrededor del lago se pueden ver muchas acacias bastante separadas entre si, y el suelo ya no es de arena, sino de hierba corta y seca. A lo lejos se ven unos pocos baobabs.
Tengo que reconocer que es un paisaje bonito, pero seguro que hay innumerables peligros que me pueden costar la vida, ya sean tributos o feroces mutos del capitolio, así que me obligo a estar alerta en todo momento de cualquier peligro que me pueda acechar.
Lo primero que hago es matar a la gacela para evitar que me ataque. Además me servirá para comer varios días.
Un segundo después oigo un cañonazo, acto seguido un grito, y por ultimo otro cañonazo.
Me doy la vuelta y lo primero que veo es a Silvia tirándose encima mío con un cuchillo dispuesta a clavármelo, pero al ver que soy yo se aparta de mi rápidamente y sale corriendo hacia los baobabs.
Me acerco a donde han muerto los dos tributos, y descubro que son Beth, la hija del presidente del distrito 9, y Tom, el chico del 8.
Les ha matado Silvia. A Tom le ha lanzado un dardo en el cuello, y a Beth le a clavado un cuchillo en la traquea, ya que le está saliendo sangre a borbotones del cuello. Supongo que surtieron efecto los entrenamientos.
Desde luego que surtieron efecto!! No sabes el susto que me ha dado Silvia encima de el con esa expresión de guerra! Suerte que al final lo reconoció y no lo mató. Espero que al final no queden solo ellos dos. Esta muy bien la historia
ResponderEliminarjjajja muchas gracias!
ResponderEliminarCuando publicas?? Esque tengo muchas ganas de saver que pasa, de como continua!!!
ResponderEliminarpronto no te preocupes esqe aora tengo muchos examenes.
ResponderEliminarValee ;)y... te queria decir que te he nominado para los 15 blogs que leo, mi blog es los sexuagesimos primeros juegos del hambre.
ResponderEliminarGracias ;)
muchas gracias por nominarme en cuanto pueda publico
EliminarHola. Me paso por aquí para decirte que te he nominado a los 15 mejores blogs en mi blog :D
ResponderEliminarhttp://thg-unaprofesionaldiferente.blogspot.com.es/
muchas gracias!! pronto publicaré :)
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