Historia que cuenta la historia de Nathan, un chico del distrito 7 que sale elegido para los 56º juegos del hambre

martes, 24 de julio de 2012

Capitulo 4

Terminamos de cenar y me voy a mi habitación a esperar a que todos se vayan a las suyas para ir a ver a Silvia. 
No ha ido mal el primer día en el tren, pero me doy cuenta de que todos esos lujos y las historias de Jeff, han hecho que no piense en Kate en ningún momento, y me siento mal, porque estoy seguro de que ella no ha parado de pensar en mi en todo el día. Recuerdo su precioso pelo moreno, lo guapa que es, y sobre todo su forma de ser, que me atrapa de una forma sobrenatural, que me hace sentirme libre en este mundo tan creíble.Pero ella no está aquí, y eso hace que me derrumbe. Rompo a llorar, y empiezo a maldecir en voz alta a Snow y a sus estúpidos juegos.
Al final no voy a la habitación de Silvia para consolarla, sino que ella viene a la mía al oír mi voz de desesperación.
-No llores por favor-dice ella-me haces llorar a mi también-
-Lo siento-la digo calmándome.
Me doy cuenta de que es la primera vez que la oigo hablar. La digo que venga, le doy un abrazo y me doy cuenta de que nos hace sentir mejor a los dos. Por lo menos tenemos a alguien para consolarnos.
-¿Tienes esperanzas de ganar?-le digo.
-No-contesta sin ánimos-no se ni coger un cuchillo sin cortarme...tener un arma en la mano me da pánico-
Al oír eso siento mucha pena por ella, y no puedo evitar decirla que la enseñaré en los entrenamientos para que por lo menos tenga alguna esperanza y no lo de todo por perdido.
-¿Porque haces esto?-me dice.
-¿El qué?-la digo haciéndome el tonto.
-Ayudarme-dice-cuando salgamos a la arena tendremos que matarnos entre nosotros-
-No pienso matar a uno de los míos-digo muy seguro de mi mismo.
-Entonces lo mejor es que en la arena procuremos evitarnos lo mas posible para no quedar los dos al final de los juegos-me dice.
Reflexiono un poco acerca de ello y digo:
-Solo nos aliaremos si no tenemos mas remedio, pero sigue siendo una opción.
-Trato echo-me dice estrechándome la mano con una sonrisa.
Nos damos un ultimo abrazo y se va a su habitación. No he podido evitar encariñarme con ella, es para mí como la hermana pequeña que nunca he tenido. Es tan inocente...
Antes de irme a dormir, pienso por última vez en Kate. Ahora estará ayudando a sus hermanas a ducharse y luego las acostará. Solo tienen 2 y 3 años. Todavía les falta unos años para estar en edad de entrar en la cosecha. A mi me gustaría que nuestro hijo sea chica, ya que nuca he tenido una hermana, y además así tendrá los mismos gustos que sus sobrinas. No puedo evitar pensar que habrá años en los que entren las tres en la cosecha, pero me quito ese pensamiento de la cabeza porque para eso falta mucho, y me meto en la cama a intentar dormirme.
Tardo una media hora en conciliar el sueño, pero finalmente me duermo con la esperanza de que cuando despierte todo haya sido un sueño, y esté en el distrito 7 junto a Kate.

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